Sliema
Aunque no hay viaje que se precie sin su planificación previa, una de las cosas que voy aprendiendo es que hay que tomarse las cosas con calma y disfrutar de cada momento.
Nos esperaban 13 días por delante, decidimos que lo primero era tomar un buen desayuno e ir a buscar el coche de alquiler.
Nuestro primer desayuno maltés
Ya con el estómago lleno y después de una hora de autobús llegamos al aeropuerto en busca del coche.
La principal preocupación, si es que estando de vacaciones se tiene alguna, era CONDUCIR POR LA IZQUIERDA, aunque esta inquietud quedó nublada por otra casi peor, fue en el momento en que solicitamos un gps para alquilar de los que decía la empresa que disponía en su página web y la persona que nos atendía, casi sin expresión facial, nos informa que se les han acabado, aún fue peor cuando nos dicen que TAMPOCO TIENEN MAPA, tampoco la oficina de turismo del aeropuerto disponía de uno. No nos lo podíamos creer. Ahora no sólo teníamos que preocuparnos de poner los 10 sentidos (sí, sí, los cinco de cada una) en la conducción al revés, si no que teníamos que llegar al hotel sin indicación alguna. A partir de este momento, lo supimos, perdernos iba a formar parte de nuestra rutina viajera.
Nuestro medio de transporte durante los próximos 13 días
Pero como nada es imposible, conseguimos llegar al hotel y aparcar el vehículo. Antes de comer decidimos dar un paseo por Sliema, conocer la pequeña ciudad donde nos alojaríamos los próximos 5 días. Una ciudad tranquila si te adentras en las calles, tranquilidad que contrasta con el ajetreo del paseo marítimo que, principalmente al atardecer, cuando ya no hace calor se llena de turistas y residentes dando un paseo, tomando un helado o simplemente se reúnen para ver acabar el día observando el mar.
Iglesia Stela Maris
Una de las características de Sliema son sus piscinas naturales. No se tratan de zonas de baño a los que quizás estamos acostumbrados los que vivimos en el Mediterráneo, son plataformas de roca para entrar y salir del mar y piscinas escavadas en la piedra calcárea.
La primera tarde por tanto fue disfrutar de las piscinas de "nuestra ciudad", sólo había que caminar por el paseo y buscar el sitio que más nos atrajera para acomodarnos y darnos un baño y así combatir el calor.
La primera tarde por tanto fue disfrutar de las piscinas de "nuestra ciudad", sólo había que caminar por el paseo y buscar el sitio que más nos atrajera para acomodarnos y darnos un baño y así combatir el calor.
Después del baño fuimos dando un paseo hasta el Tigné Point, des de donde hay una panorámica preciosa de La Valetta, el puerto y el mar.
No hay puente que se precie sin candados
Alrededor de Sliema se encuentran otras dos ciudades famosas por el ambiente juvenil, zona de bares y restaurantes, éstas son St Julians y Paceville. Casi podríamos decir que son tres zonas en una ya que nunca sabes en que momento has cambiado de ciudad
Para acabar el día y dado que el tiempo acompañaba, después de cenar fuimos andando bordeando el mar hasta St Julian's e inauguramos la noche maltesa con un mojito en Juuls Bar http://www.juulsbar.com/
Anda que vaya coña que ni GPS ni mapa ni nada, ya les vale a los del coche! nosotros cuando fuimos con un mapilla lo hicimos, es un país que nos encanto, creo que recorrimos todas las carreteras habidas y por haber, caminos de cabras incluidos ya imagino que sabréis de cuales os hablo ;)
ResponderEliminar¡Saludos!
Pues sí, se de lo que me hablas jajaja. Al final compre un mapa en una papelería a precio de oro.
EliminarQue bueno, poder recordar cosas de Malta! Estuvimos hace un par de años y nos enamoramos! Sliema es genial :-)
ResponderEliminarPara mi fue un viaje muy divertido
EliminarQuizás es lo que tenía que pasar, quizás fué un regalo de la vida que no haya GPS ni mapas, así conocieron lugares que con indicaciones no llegarían.
ResponderEliminarCuéntame Verónica, de que época es este post? es reciente?
Porque tengo mucho frío en el norte de Europa, y malta se ve muy bien :)
Saludos viajera :)
jajaja...si, aunque estresante hay más anécdotas que contar. Fui en agosto de 2013, calor, mucho calor, pero también mucho mar para refrescarse
EliminarMe ha encantado tu blog. Sabes que no he estado en Malta y ya va siendo hora.
ResponderEliminarSaludos viajeros
El LoBo BoBo
Gracias Paco. Malta es un lugar curioso, en parte gracias a la mezcla cultural
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