Seguimos explicando que tal fue la visita a la ciudad de los peregrinos.
Como decía en el post anterior, la visita a la Catedral no podía faltar. Pero antes del momento religioso también hubo momento cultural.
Museo de las peregrinaciones
Y como la cultura no está reñida con la diversión, le dimos un toque de humor a la vista ¡ porque nosotras somos así !
Como en casi todas las ciudades la visita a su Catedral o Iglesia siempre forma parte de la ruta ya que casi todas ellas cuentan una historia, desde aquella que fue derruida por una bomba en una guerra, aquella que tiene las secuelas de un temblor de tierra, aquella que sirvió de refugio, etc y la de Santiago la iglesia del FINAL DEL CAMINO. Nada más entrar impacta no sólo su grandiosidad que ya se intuye viendo sus fachadas, si no también la cantidad de gente, gente de todo tipo sin que falten los famosos peregrinos. No quisiera entretenerme hablando de lo que significa para muchos hacer el Camino de Santiago ya que no es el objetivo del post, pero no puedo dejar de expresar que el hecho de presenciar una misa en la Catedral de Santiago está cargada de emociones, sólo hay que observar las caras de los allí presentes, peregrinos o no, más creyentes o menos, para darse cuenta de ello.
Quien haya presenciado este momento entenderá lo que describo y quien no, la única manera de hacerlo es estar allí.
Aún no era la hora de comer, pero se nos había abierto el apetito por lo que decidimos hacer un aperitivo así que, en un rincón al fondo de un pequeño bar donde apenas había dos mesas hicimos la segunda parada gastronómica (es lo que tiene madrugar tanto, desayunas a las 8h, almuerzas a las 11h y aperitivo a las 14h antes de comer en el restaurante)
No podía faltar PULPO GALLEGO
Pues ya estábamos preparadas para degustar los platos que nos esperaban en el restaurante Casa de Xantar
¿Os imagináis como fue nuestro menú? En el siguiente post se desvelará cómo fue la comida, sobremesa y la vuelta a casa.
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