martes, 18 de marzo de 2014

ROMA - día 1

"No hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él"  Mark Twain

A veces no es fácil encontrar un compañero de viaje que coincida en gustos, hobbies y fechas. Para nosotras dos era la segunda vez que viajábamos y la verdad que no nos va nada mal, así que me temo que Laura saldrá en más de una ocasión (como en Portugal, Nueva York , Nantes)

¿Por qué Roma? pues no lo tengo muy claro, quizás porque el vuelo era económico, porque alguien que conocemos nos podía orientar en  nuestra visita, por cercanía (dado que no disponíamos de muchos días)... pero no fue una mala elección, quien ha estado en Roma no vuelve a su ciudad indiferente.

La llegada fue sobre las 4 de la tarde, era diciembre de 2011 y no estábamos muy seguras si el tiempo nos iba acompañar. Bueno, en realidad yo estaba segura que nos llovería, a mi SIEMPRE me llueve así que el paraguas a penas salió del bolso 

Lo primero que había que hacer era encontrar nuestro alojamiento, el Ret Rome Colosseum Garden B&B . Al salir del metro, de forma intuitiva, casi sin querer, tus ojos se van hacia el Colisseo, tantas veces estudiado, visto en los libros de historia y documentales y ahí estaba, delante nuestro, haciéndote sentir pequeña, pero a la vez impresionada. 
Fue en ese momento cuando entendí que la ciudad me iba a sorprender más de lo que esperaba.


Después de unos saltitos en plan "que guay estoy en Roma"  como si fuéramos dos niñas a las que acaban de comprar unos zapatos nuevos, nos dirigimos, indicaciones en mano, hacia el lugar donde dormiríamos las próximas 5 noches.
Dos calles detrás del Colisseo encontramos la dirección indicada, en el lugar donde debía estar el hotel había una enorme puerta de madera y vieja, como las de una casa antigua (o casi en ruinas) llegué a dudar que hubiéramos llegado bien a nuestro destino dado que tampoco había ningún cartel que indicara que estábamos en el hotel, pero no, era ahí. Después de un par de llamadas al encargado de recibirnos conseguimos abrir aquella puerta (bueno tuvo que bajar el chico a abrirnos). La entrada de este antiguo edifico que se escondía tras aquella puerta no era mucho mejor que su apariencia inicial, rellano casi sin luz, un patio a oscuras donde nunca había nadie, un silencio que recordaba a una película de miedo ... pero, como pasa a menudo, no hay que dejarse engañar por las apariencias y tras subir algunos pisos (maleta en mano) llegamos a un pequeño alojamiento, acogedor, con apenas cuatro habitaciones y un pequeño office con una nevera y algunas cosas para comer o beber. La habitación era más amplia de lo esperado y con un toque vintage que nos enamoró (si os habéis saltado el enlace, volver a él y echar un ojo)
El chico que nos atendió nos proporcionó un mapa (sin mapa no soy nadie) y nos señaló lo que no podíamos dejar de visitar. 

Como decía, la tarde no estaba precisamente soleada y el invierno hace que el sol desaparezca antes de lo deseado. Después de comer o casi merendar, y con paraguas en el bolso, dedicamos la tarde a dar un paseo por los alrededores del Colisseo.
Foro romano
Desde la calle del Colisseo se aprecia el Foro Romano, pero nada que ver cuando se visita

Colisseo romano
Hay que verlo desde todas las perspectivas

Edificio a Vittorio Emanuele (edifio vittoriano)

El Campidoglio

Cruzando el río Tévere llegamos al barrio de El Trastevere, barrio de callejuelas donde es típico acercarse para cenar o tomar una copa. Nos sentamos en un bar que nos aconsejaron, Ombre Rosso a tomar un cocktail (nos encantan los cocktails y allí donde vamos hay que probar uno) nos pusieron unos aperitivos con las bebidas, generosidad de la casa y aunque volvimos un par de veces, jamás supimos por qué nunca más nos los volvieron a poner. 



Decidimos ir pronto a dormir para visitar el primer día el Vaticano, queríamos dedicarle el día ya que esperábamos horas de cola para entrar y visitar la Capilla Sixtina. Veremos que no fue así, de hecho vimos la Capilla Sixtina 3 veces. En el siguiente post sobre Roma os lo cuento

PD: no nos llovió


6 comentarios :

  1. Nosotros estuvimos en Roma en Febrero de 2011 si no me acuerdo mal y nos tocó un clima bastante parecido jeje. Comparto la misma sensación sobre el hotel, no fuimos al mismo, pero se asemejaba mucho. Puerta enorme, edificio antiguo y escaleras para llegar a un piso con 4 habitaciones estilo B&B.

    Un saludo!

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  2. Ay ay ayyyyyy leer este post me hizo recordar mi primera visita a Roma. Me pasó li mismo que a ti, pero en vez de salir de la estación del metro, fui a pie y tan solo llegar al final de la calle empedrada donde me hospedaba y girar a la izquierda, ahí estaba observando al otro lado de la calle, el magnífico Coliseo. Eso fue en enero del 2005 y el haber visitado esa ciudad me marcó de por vida, al grado de poder regresar 4 años después a vivir ahí. Gracias por compartirnos tu primera experiencia en Roma y estoy segura que volverás a disfrutar de esta ciudad, porque recuerda que "Todos los caminos te llevan a Roma". :)

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  3. Roma... es como un museo al aire libre :D por donde quiera que vas ves alguna cosa antigua que tiene una historia que contar...

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    1. Qué cierto...UN MUESO AL AIRE LIBRE...la mejor manera de describir la ciudad

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