" Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes" Dalai Lama
Como dice este proverbio, da igual donde vayas, si al pueblo cercano a casa o por el contrario hay que recorrer 1000 kilómetros, lo importante es conocer un sitio nuevo y yo añado, mínimo, una vez al año.
A quien les guste las ciudades medievales, Carcassone les encantará (yo ya he repetido) paseando por sus calles te haces a la idea de como vivían nuestros antepasados ya que prácticamente está todo igual que entonces.
Lo primero que hago al llegar a un lugar es conseguir un mapa de la zona aunque ello no garantice que no me pierda. Con el tiempo he aprendido que el mapa puede servirnos para orientarnos pero muchas veces es mejor perderse para conocer.
Como se observa en el mapa, no es una ciudad demasiado grande y uno de los encantos que tiene es perderse por sus calles y rodear las grandes murallas del castillo.
La visita obligada en este caso es al Castillo.
Los que habéis estado en Francia sobréis que allí comen antes de las tres, hora en la que los españoles, principalmente estando de vacaciones, empezamos a comer y nos encontrábamos en esa hora en la que no puedes ingerir alimento alguno porque hace menos de dos horas has desayunado un crepe de chocolate, pero si entras a la visita al salir es posible que, muerto de hambre no encuentres lugar donde comer. Aun así, después de unos momentos críticos de indecisión nos arriesgamos y decidimos hacer la cola kilométrica y pasear por el Castillo antes de comer. Dado que es una ciudad turística, pudimos comer después sin problema.
En mi segunda visita a la ciudad no lo hice mucho mejor, llegamos poco antes de que cerrasen, pero no me impidió entrar en este Castillo, castillo que me recuerda a los castillos de princesas capturadas que esperan la llegada de su príncipe y de dragones en las mazmorras, de esos que se dibujan en los cuentos cuando éramos niños y que nosotros copiábamos en nuestros propios dibujos. Es un laberinto de murallas, pasillos con paredes de piedra y puertas de hierro que llevan a ...bueno, no lo se, algunas estaban cerradas y no podíamos acceder (imagino que llevaban a las mazmorras de los dragones)
También se pude visitar la Basílica, no es muy grande pero muy bonita.
Dado las fechas que eran y adoptando tradiciones de otros países (a Halloween me refiero) el ambiente invitaba a pasar un poco de miedo así que decidimos entrar en un museo un tanto especial, aunque confieso que no creí que iba a ser tan representativo e iba a pasar tanto miedo.
Sí, sí, no sólo se exponían instrumentos de tortura de manera tan real que parecía que aún estaban en uso si no que algunas salas del museo se habían ambientado de tal manera que presentaban escenas de la época como torturas, juicios etc he incluso se podían oír los lamentos de los torturados y los susurros de los torturadores (representados en muñecos de cera)
Aunque en mi segunda visita a Carcassonne fue en Semana Santa y seguía la misma exposición ¿quizá está siempre?
La visita a Carcassone apenas duró un día pero si aún no habéis estado y podéis hacer una escapada sería un destino ideal para desconectar.