Llegada a Sapa I

"Cuando viajes a sitios nuevos sustituye el miedo a lo desconocido por curiosidad" De destinia.com

Si una cosa tenía clara cuando finalmente sabía que viajaba a Vietnam era que iba a ver los arrozales. Aunque muchos de los que visitan este país por primera vez es algo que no tienen en mente.
Pero una cosa es lo que uno quiere y otra cosa es lo que finalmente se puede.
Antes de saber si uno puede o no ver arrozales hay que llegar hasta allí y esto es lo que pretendo explicar en esta entrada, la llegada a SAPA. Por tanto lo primero es contratar el viaje.

Nosotras lo hicimos en http://www.sinhcafe-opentour.com/ ¿y por qué aquí? pues por puro agotamiento, después de dar mil vueltas por Hanoi ciudad plagada de ofertas turísticas y ver que más o menos todo costaba igual, finalmente fue aquí donde compramos los billetes de tren. La idea es viajar de noche y ahorrarte una noche de hotel, pero no nos veíamos durmiendo con dos más en un mismo compartimento por lo que compramos cuatro billetes de ida y cuatro de vuelta, es decir una cabina sólo para nosotras, nos hicieron oferta y nos salió por el mismo precio (si no nos engañaron que en este país es algo habitual) 

Era el 1/9/14 cuando volvíamos a Hanoi desde la Bahía de Halong, una parada para comer antes del viaje a Sapa en un lugar de "comida rápida" por la rapidez que te atendían, servían, cobraban y casi te echaban del establecimiento.

5€ las dos

Posteriormente nos fuimos a la agencia, nos llamaron un taxi que nos dejó en la estación de tren y al llegar allí, claro, toda indicación en vietnamita, billete en mano preguntamos en una ventanilla que nos señala hacia una dirección, allí otro vietnamita a quien volvemos a enseñar nuestros billetes de tren y entendemos que hay que ir a  la vía 9, hasta allí fuimos, cruzando 8 vías LITERALMENTE hasta nuestro tren, tercer vietnamita a quien enseñamos el billete para asegurarnos que era nuestro tren, nos indica que subamos, así lo hacemos, no hay luz ni aire acondicionado, aquello parecía un tren fantasma, sin saber cómo encontramos nuestra cabina y de pronto se enciende la luz y el aire acondicionado modo Siberia.
¡¡¡Ah!!! casi se me olvida, empieza a llover.

No parece tener mala pinta pero a  mi acompañante le pareció ver una cucachara, ante la duda reviso la cabina y no hay nada, pero por si acaso saco mi laca del pelo (mejor no os preguntéis por qué llevo un bote de laca a Vietnam, no hay respuesta razonable) y a falta de spray anti bichos hecho la laca por todo el habitáculo.
El cansancio pudo conmigo y quedé rendida aunque desperté un rato antes de llegar a Lao Cai, nuestro destino (para los que dormís como lirones, no hay problema, te despiertan sin ningún tipo de delicadeza al llegar)
Y seguía lloviendo allí donde fuera que estuviéramos.

Sobre las 7h llegamos a Lao Cai

Allí la locura, miles de vietnamitas, los cuales todos me parecen iguales, te abordan para ofrecerse a llevarte a Sapa (taxis, choferes, minifurgonetas... que no nos aseguraban dejarnos en la puerta del hotel) imaginar mochila, chubasquero, lluvia (sí seguía lloviendo) frío y 15 vietnamitas rodeándote, hablándote en sabe Dios que idioma. Finalmente, me dediqué a mover la cabeza diciendo no, esperé hasta que fueron desapareciendo (también mi chubasquero en todo ese caos) y ya con la zona más tranquila, justo enfrente de la estación está el aparcamiento donde para el autobús de línea, muuuucho más barato y te deja en el centro de Sapa.

La primera vez que vas Asia (como fue mi caso) y te subes a un autobús de línea que recorre aldeas de montaña es todo un espectáculo, va lleno hasta el techo, dos conductores y el que pasa recogiendo el tique (¿como pasa entre tanta gente? NI IDEA, pero PASA) y cuando crees que no te van a sorprender más sacan de debajo de no se dónde unos banquitos de plástico (muy típicos en este país) para que los que van de pie en el pasillo se sienten ¿os imagináis el panorama de dos chiquitajas europeas con dos peazo mochilas allí metidas?
El camino hasta Sapa es por una carretera de montaña en que el más ateo se pone a rezar cuando se juntan dos autobuses cara a cara y si hay niebla NI TE CUENTO.  Para más "inri" un accidente el día antes donde aún se ven restos del  mismo.
Por fin llegada a Sapa después de dos horas, sin comer, donde diluvia y yo sin chubasquero.

Lo primero un café bien caliente y comida en una cafetería monísima de camareras no muy agradables pero hay wifi, buscamos dirección del hotel y cuando parece que la lluvia para, nos vamos, no hay perdida. Ganas de llegar, de una buena ducha y descansar un poco, pero HORROR, hotel que da asco, sucio, todo medio roto, ruidoso para dormir, frío, no se por qué nos quedamos allí, quizás fue que pensamos "total para una noche". A partir de aquí las reservas posteriores serían con más cuidado. (Tulipa Hotel, para anotar NO IR NUNCA)

Lo primero fue comprar
  spray anti-todo

Salimos a dar un paseo por el pueblo y mirar que día de lluvia, frío y lo peor, la niebla. Me temía lo peor.

Vistas desde la habitación del Hotel

¿Para qué dar varios viajes si en uno me lo puedo llevar todo?

Hoy sí, hoy tocaba una sopa caliente

Por toda la aldea te persiguen miembros de muchas etnias para venderte cosas, error darle conversación a alguna niña si finalmente no le vas a comprar ya que te persiguen durante tooooodo el día, más vale decir que no varias veces.

Cómo no, no podía faltar un mercado.

Cualquier momento y lugar es bueno para arrancar canas

Una auténtica tienda ecológica

Sigue diluviando, ya teníamos reservada la excursión para el día siguiente pero si mañana seguía igual nos tendríamos que volver sin ver los arrozales.

¿Podríamos verlos después de llegar hasta allí?
En el próximo post os lo cuento.