martes, 19 de diciembre de 2017

Girona - Viajar con niños

Girona

Hola familias!
Hoy nos escapamos a un destino de lo más versátil, tanto te vale para pasar un domingo cómo para alargar la visita unos cuantos días y disfrutarlo a tope.
¡Estamos hablando de GIRONA!
Nosotros somos muy fans de esta maravillosa ciudad. Su aire medieval, con rincones espectaculares y muy cuidados, te van sorprendiendo mientras paseas, y lo hace especialmente indicado para ir con niños a vivir un viaje al medievo.

Antes de continuar, un par de recomendaciones:
  • El Departament de Turisme tiene un apartado muy original y divertido explicando Girona por y para los niños. Es una guía hecha por los alumnos de un colegio de la ciudad y puede ser una buena herramienta para motivar a vuestros peques antes de la visita: http://www.girona.cat/turisme_infants/esp/index.php
  • El barrio judío de Girona y el casco antiguo está lleno de calles estrechas, empedradas, con escaleras... es gran parte de su encanto, pero ojo si vais con carrito. Nosotros fuimos con un carro de paseo cuando U era ya mayorcito, así que no había problema si había que cargarlo, pero si vais con un carro pesado o con más de un niño, quizás pueda suponeros un problema.
Dicho esto, ¡comencemos el paseo!

Nosotros solemos aparcar por el parque de la Devesa, está justo a la entrada de la ciudad y como curiosidad os diré que tiene más de 3.000 plataneros.
Desde allí se puede entrar por varios sitios a la ciudad, pero a nosotros nos encanta cruzar el puente de Sant Feliu, que deja justo delante de la iglesia del mismo nombre y de la famosa Lleona de Girona.
Esta curiosa columna con la escultura de una leona en piedra tiene una leyenda igual de curiosa y divertida: quien bese el culo de la leona, volverá seguro a Girona. No sé si es muy recomendable hacerlo, pero los peques suelen reírse mucho ante la idea, y una foto haciendo el gesto siempre será un divertido recuerdo.
La basílica de Sant Feliu fue la primera catedral de Girona, y aunque no tiene la presencia imponente de la actual catedral, es digna de visitar. Cómo es típico aquí, antes de poder disfrutar de la iglesia y las vistas de la plaza posterior, hay que subir una escalinata, tan empinada como bonita.
Desde ahí, mi recomendación es caminar, pasear con los ojos bien abiertos y dejaros perder entre las callejuelas. Para nosotros, los imprescindibles a visitar son:
  • La Catedral, con su imponente escalinata y su blanca fachada, dejará boquiabiertos a los peques con su aspecto de haber salido de un cuento de hadas. Y a los papas y mamas seguidores de Juego de Tronos, les da la oportunidad de hacerse una foto en la puerta del Gran Septo.

  • Dentro de la Força Vella, la muralla romana, encontraremos el Call, o barrio judío de Girona. Se trata de una de las juderías mejor conservadas del mundo, y su laberinto de callejuelas os transportará sin duda a una época lejana y llena de misterios.
  • Los puentes que cruzan el río Onyar. Girona tiene varios puentes, y cruzarlos todos es una de las actividades que más suele gustar a U. El Pont de les Peixateries Velles o Pont de Eiffel, con su característica estructura y su color rojo, es quizás el más curioso, y fue construido por la empresa de Gustave Eiffel en 1876. Tampoco podemos perdernos el Pont de Pedra y el Pont de San Agustí, desde el que tendréis una de las vistas más icónicas de Girona: las coloridas casas del Onyar y la iglesia de Sant Feliu de fondo.

  • Pasear por la animada Rambla de la Llibertat. Este paseo, lleno de tiendas y restaurantes, es una de las calles más alegres y concurridas de la ciudad. En el techo de uno de los poches, hay un mapa muy antiguo de París, y encontrarlo puede ser un divertido pasatiempo. Luego podréis cargar pilas con un yogur o un recuit de oveja helado buenísimo en la Recuiteria: http://www.larecuiteria.cat/ca/els-nostres-recuits-i-iogurts/recuit-o-iogurt-gelat/
  • Podríamos decir que la plaça de l’Independència, situada en el solar del antiguo convento de Sant Agustí, es la plaza por antonomasia de Girona. Es una plaza porticada, rodeada de restaurantes, y que, durante el mes de diciembre, alberga un mercadillo de Navidad lleno de puestos chulísimos. ¡Nosotros no fallamos ni un año!
  • Los baños árabes. Por un precio más que ajustado (2 € adultos, 1 € menores de 16 años), tenéis la oportunidad de disfrutar de estos baños, perfectamente conservados. La entrada y la piscina central os dejarán sin palabras, y ofrece una lección de historia la mar de amena.
  • Si vais con niños mayorcitos, (o incansables cómo U), una idea muy chula es recorrer el antiguo camino de Ronda que recorre tramos de las murallas de la ciudad. Desde las torres que iréis encontrando, tendréis unas vistas increíbles de Girona.
A la hora de comer, no vais a tener problema. Girona ofrece una infinidad de propuestas gastronómicas aptas para todos los bolsillos. Nosotros solemos optar por tapear o comer unos platos combinados, si el tiempo acompaña, en alguna de las muchas terrazas que adornan la ciudad. Somos muy fans del Nimh’s, (carrer de la Sèquia, nº 5). Es un sencillo y pequeño restaurante que sirve unos platos combinados enormes, buenísimos y a precios de escándalo. Allí le sirvieron a U el plato de arroz a la cubana más descomunal que hemos visto, su cara fue un poema, jajaja!
Eso sí, comáis donde comáis, no podéis iros sin probar alguno de los deliciosos y originales helados de Rocambolesc, la heladería de Jordi Roca ¡sus sabores y originales presentaciones os harán la boca agua y los peques alucinarán con sus polos de hielo en forma de leona o nariz!
A parte de todo esto, Girona os ofrece una infinidad de rincones preciosos, llenos de curiosidades para descubrir (esculturas, murales, edificios curiosos), y parques y plazas donde descansar y dejar que los peques jueguen a sus anchas.
Nuestra última recomendación es:  tomároslo con calma, abrir bien los ojos y saborear paso a paso esta bella ciudad.
En próximos post, os hablaremos de los bellísimos alrededores de Girona, y la infinidad de posibilidades que ofrecen a la hora de viajar con niños.

¡Hasta pronto, viajeros en manada!

Elena

3 comentarios :

  1. Hace ya mucho tiempo que no regreso a Girona y la verdad es que me apetece un montón.
    Eso del "recuit de oveja helado" me lo apunto porque no es nada habitual!

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  2. Totalmente de acuerdo, hace dos años fuimos a pasar un fin de semana, y lo pasamos genial. Hay de todo para ver, y la peque quedó encantada. ¡Saludos!

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  3. El otro día hablaba con mis padres precisamente de esta ciudad. Ellos la han visitado hace unos días y yo recordaba que solamente he estado en ella una vez cuando era pequeña. Me han entrado muchas ganas de regresar... me he puesto nostálgica :)

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